23 Nov Define tu intención
La mayoría de los seres humanos hemos perdido nuestra capacidad innata de crear y no hemos sido conscientes que justo ahora y en todo momento estamos creando nuestra vida, en todos los aspectos, tanto en lo bueno como en lo malo.
Todas las herramientas y recursos para crear nuestra vida están justo al alcance de nuestras manos, el Universo nos los provee a cada momento, sólo debemos saber pedirlos. Esto quiere decir, alinearnos con la energía de la Fuente o el Universo, navegar a su ritmo, vibrar en la misma frecuencia y todo lo que necesitemos se nos proporcionará justo en el momento adecuado.
¿Has sentido alguna vez que todo en tu vida encaja? ¿Alguna vez se te ha cumplido un deseo sin que tengas que esforzarte? ¿Se ha cruzado en tu camino la persona indicada justo en el momento indicado?
Seguro que esto te ha sucedido justo en los momentos en los que tu frecuencia vibratoria equivalía a la frecuencia del Universo. Son momentos en que te sientes lleno de energía y puedes conectar fácilmente contigo mismo. Son momentos en que lo que percibes, lo que concibes y lo que creas forman un todo.
Imagínate esta energía como un ola en el mar, el lugar donde tu ser conecta con todo lo que lo rodea formando una sola energía. Piensa en que tú y tu capacidad de crear son la ola en la que te encuentras y todo el exterior es el mar en general. Ahí está tu entorno, las demás personas, las circunstancias, el presente, el futuro…
Mientras más cosas del entrono se sumen a la misma frecuencia vibratoria que tienes tú, en alineación con la del Universo, formarán un ola de energía mayor y te convertirás en una persona creadora.
Cada uno de nosotros somos una parte de la gran maquinaria creadora del Universo y a cada momento creamos el mundo y sus circunstancias. Cada una de las partes interiores de nosotros, los pensamientos, los deseos, miedos y experiencias, tienen su elemento correlativo en el mundo exterior. Cuando cambias el mensaje codificado en tu ser, cambias tus mismos átomos y esto afecta a todas las personas y a todos los acontecimientos del planeta, y pone en marcha las innumerables fuerzas del Universo. Entonces empiezan a suceder grandes milagros en tu vida.
Los milagros no son magia. Nosotros hacemos que sucedan proyectando a voluntad una resonancia que atrae energías favorables, es decir, alineándonos con la frecuencia vibratoria del Universo. Deja que tus deseos y preocupaciones fluyan dentro de la frecuencia del Universo y entonces todas tus necesidades estarán cubiertas.
Nuestra vulnerabilidad se convierte en capacidad; el miedo y la desconfianza, en perspicacia y sensibilidad; la rabia se convierte en energía para actuar y curar.
Hay que dominar nuestro ser y la aptitud del mismo para proyectar su energía y sus propósitos en el mundo que lo rodea.
Entonces serás capaz de ser quien quieres y obtener lo que quieres.
INTENCIÓN
Todo el proceso de manifestación empieza por una ilusión o un deseo. Cuando queremos o deseamos algo, concentramos todos nuestros recursos interiores en aquello que elegimos crear.
Recursos interiores: el intelecto, la intuición, el instinto, la energía física y la emocional.
La imaginación prende la mecha del deseo y también las ganas o el ansia de iniciar el proceso. Para conseguir cualquier cosa que deseemos necesitamos tener la motivación del deseo.
Sin embargo, muchas veces desconfiamos de nuestros deseos pues nos surge la duda y el miedo: de esta forma no podremos conseguir que se cumplan. Hemos logrado que nuestras ansias por cumplir nuestros deseos se conviertan en nuestro peor enemigo y, sin embargo, esto es la vida, pues venimos a crear con nuestras experiencias la vida de nuestros sueños. Cuando reprimimos, juzgamos o negamos nuestros deseos le estamos dando la espalda a la vida.
Cuando te planteas un deseo creas en tu ser y en el Universo una corriente de energía, proporcionas un objetivo positivo. Después, la voluntad organiza y arrastra todas las energías que llevas dentro y las que te rodean hacia una fuerza que todo lo puede.
La voluntad es la varita mágica del ser humano.
Debes centrar todo tu ser en un solo deseo, sólo uno.
1. Entonces, ¿qué es lo que quieres? Formula sólo un deseo.
Existe una alquimia para pedir deseos, esto quiere decir que tienes que expresar tus deseos de tal forma que el Universo te entienda y el lenguaje que entiende se habla en tiempo presente.
Cuando una persona vive algo como si estuviera ocurriendo en el futuro, en realidad todavía no existe para ella. Y si algo todavía no existe, la persona no es capaz de vivirlo ni cambiarlo.
En la frecuencia de energía universal, la acción de pedir el deseo y el cumplimiento del mismo se llevan a cabo a la vez pues para el Universo no existe diferencia entre pasado, presente y futuro.
Es importante que te concentres en el «tengo», «soy», «siento» o <<acepto» y de esta forma tus recursos interiores encontrarán la forma de que tu deseo se haga realidad.
Si te concentras en el «quiero», todos tus recursos interiores reafirmarán el concepto de «querer» y no el de «tener».
También debes formular el deseo de manera afirmativa, en términos de lo que quieres, y no de manera negativa, en términos de lo que quizás estés tratando de evitar.
Recuerda siempre formular el deseo como si ya se hubiera cumplido.
Para que el Universo entienda tu deseo tiene que ser:
Específico · Positivo · Apasionado · En presente
Pide un solo deseo cada vez, sé consciente de lo que realmente quieres, y abrázalo con toda tu alma y tu corazón como si ya hubiera llegado. De esta manera desatarás energías asombrosas.
2. Una vez plasmado tu deseo, tómate tu tiempo para interiorizarlo con los cinco sentidos.
Es crucial que vivas tu deseo, que actúes como si ya se hubiera cumplido. Con esto crearás un marco de energía para los elementos del mundo exterior que debes atraer hacia ti para cumplir tu deseo.
Si puedes imaginar y crear algo en tu mundo interior, te será fácil hacerlo en el mundo exterior. No es necesario crear toda la imagen (con todos los aspectos y detalles) de tu deseo instantáneamente. Durante los próximos días y semanas, tu intuición y los acontecimientos que irás creando en tu vida, te proporcionarán nuevos detalles que podrás ir agregando a tu deseo. De esta manera tu deseo irá tomando cuerpo.
Debes interiorizar tu deseo con los cinco sentidos pues éstos transmiten el lenguaje universal del ser. Son mecanismos receptores de información. Pronuncia lo que quieres crear en voz alta y vívelo con tus cinco sentidos. Respira y deja que los átomos de tu ser se llenen de ello. ¿A qué huele, cómo suena, qué se siente? ¿Dónde estás, cómo piensas, qué aspecto tienes, quién está contigo, cómo te miran los demás…?
Es crucial que repitas el proceso de interiorización de lo que estás creando tantas veces como sea posible. A medida que lo repitas, el deseo irá adquiriendo mayor presencia en tu vida y se manifestará más rápido.
Cuanto más plenamente sientas el deseo en presente, más rápido se convertirá en realidad. Todo lo que piensas, sientes y haces se refleja en el mundo. Al fingir que el deseo ya se ha convertido en realidad, «reprogramas» no sólo tu ser, sino también el Universo. Cada uno de nosotros somos transmisor y receptor a la vez.
<<Eres quien crees que eres» y el mundo responde en consecuencia>>
3. El ritual, el equivalente exterior de la interiorización.
Es la sustitución de muchos de tus hábitos inconscientes -que no tienen conexión con lo que quieres manifestar- por rituales conscientes que sí reflejan lo que quieres.
Un ritual es cualquier acto que se lleva a cabo de manera ceremonial o intencionada, tanto en ocasiones especiales como en aquellas de carácter ordinario. No se debe confundir ritual con hábito; los rituales son importantes porque les otorgamos significado.
Cuando interiorizas lo que quieres manifestar descubres hábitos tuyos que no te permiten crear lo que quieres. Los nuevos rituales remodelan el inconsciente y el consciente para preparar el terreno para que lo que quieres crear se manifieste.
Los rituales provocan en nosotros respuestas mentales y emocionales muy profundas, y cuanto más los practiquemos, más fuertes se harán.
Si grabas en el subconsciente tu objetivo, los rituales pondrán orden en medio de la confusión. Crean un patrón, un mapa que nos guía no sólo a nosotros sino también al Universo durante nuestra creación. Los rituales corrigen la dirección de nuestros esquemas inconscientes de energía.
Crea un «lugar sagrado» donde lleves a cabo tus rituales.
A veces nos aferramos sin querer a la antigua realidad. Utiliza los rituales para despedirte de tu vida anterior y acomodarte en la nueva. Sólo si adoptas nuevos rituales de pensamiento, actitud, comportamiento y expectación, podrás corregir los antiguos e incorporarlos a tu nueva realidad. Al mismo tiempo creas un yo totalmente recuperado y sano.
Un ritual puede interiorizarse mediante una melodía, un dibujo o cualquier otro símbolo, de manera que su sola presencia provoque un estado anímico positivo.
Crea un ritual para todo en tu vida, desde la manera como te levantas, la forma de cocinar, tu forma de relacionarte, etc.
Ejemplos:
- Anota en el calendario acontecimientos que ocurrirán en tu nueva realidad.
- Vive actualmente situaciones que quieras vivir cuando ya hayas creado tu realidad.
- Dibujos de lo que quieres manifestar.
- Elabora un collage.Convierte tu baño en un cuarto de rejuvenecimiento.
- Enciende velas cuando te bañes.
- Celebra tus éxitos.
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